La evolución tecnológica que se vive en estos últimos años obliga a diferentes sectores a transformarse, entre ellos a las empresas.

En el estudio Radiografía de la Transformación Tecnológica, de la compañía Sngular de México, se asegura que, en el contexto global, para 78% de las empresas líderes en el mundo la innovación digital es desconocida. Sin embargo, 51% reconoce que es necesaria para mantenerse competitivo en sus sectores.

Se prevé que, a nivel mundial, este cambio tecnológico en las empresas, sobre todo en las financieras, supondría un aumento de 1.4 billones de dólares en el PIB de las 10 principales economías mundiales. La transformación digital y en general su aplicación y aprovechamiento vienen acompañados de la promesa de hacer más con menos recursos, como tiempo, esfuerzo humano y materiales.

“Cuando tenemos un entorno tan dinámico y lleno de opciones, el escenario que se dibuja podría ser como el de una bola de nieve de crecimiento en la que las industrias de una nación se hacen más eficientes, rentables, sustentables, y por supuesto esto debería reflejarse en la economía de un país de manera progresiva”, se indica.

Pymes

De acuerdo con Luis Flores, gerente del área comercial de NDS Cognitive Labs, uno de los principales beneficiados de la llegada de nuevas tecnologías son precisamente las medianas y grandes empresas financieras, ya que tienen una necesidad muy grande de operación de procesamientos y en muchos casos no tienen esa capacidad de recursos humanos que les permitiría cubrir todo.

“Lo que hemos visto es que el apalancarse con nuevas tecnologías les da dos beneficios funcionales. El primero es usar  la tecnología para solventar sus necesidades operativas de una manera más ágil, y la segunda es que un costo de inversión es mucho más bajo que el que harían los centros de operaciones tradicionales”, indicó.

El especialista aseguró que no se necesitan hacer grandes inversiones para ser innovadores, sino en infraestructura tecnológica para ofrecer un servicio más completo y avanzado a sus clientes y complementar sus operaciones.

Asimismo, Sngular refirió que uno de los dominios principales de la transformación digital es la aportación a la eficientización de los procesos de una organización. “Tomemos como ejemplo el caso de una colectiva de agricultores que cuentan con un modelo tradicional de operación y con cierto nivel de automatización en sus herramientas, con tractores, aspersores automáticos y equipos automáticos de selección”, explicó.

“La transformación digital para esta organización podría significar el contar con información de sensores en tierra, asistida por lecturas satelitales que permitan realizar una selección adecuada del suelo para cada tipo de grano o fruto; identificar las variaciones de humedad históricas para programar de manera inteligente los aspersores automáticos; uso de algoritmos y soluciones que implementan machine learning para definir una estrategia inteligente de rotación de cultivos; implementar mecanismos de trazabilidad con blockchain para garantizar el fair trade con los productos, etcétera”, agregó.

México

Con lo que respecta a México, el directivo de NDS Cognitive Labs señaló que el país está avanzando en esta transformación. Sin embargo, falta mucho por hacer.

“Hay números muy positivos donde se dice que 81% de las empresas mexicanas ya está involucrado en proyectos de transformación digital, pero sólo 30% tiene algo implementado”, detalló.

México es protagonista en la digitalización de la región, donde hoy permite que 43% de los usuarios adquieran bienes y servicios a través de plataformas de e-commerce. La llegada de nuevos competidores de Europa y EU está obligando orgánicamente a que se invierta en digitalización.

Según la International Data Corporation (IDC) sólo 23% de los corporativos en el país ha iniciado la digitalización de sus procesos.

IDC asegura que para el 2021 se espera que al menos 40% del PIB de América Latina se digitalizará, por lo que todas las entidades que incursionen en el mundo digital deberán considerar desde contratar una buena empresa que los acompañe en esta transformación hasta la ciberseguridad.

En este contexto, los equipos financieros tienen que repensar su papel y su manera de trabajar, tanto en la aportación de valor al negocio como en sus propias operaciones. Las empresas que antes se adapten al nuevo escenario podrán gestionar mejor sus riesgos.

Fuente: El economista.