El avance más reciente en el proceso de consolidación del Tren Maya, el proyecto regional más importante de la actual administración federal, es la ubicación de los terrenos para las alrededor de 600 familias que habitan el asentamiento conocido como Las Torres, ubicado debajo de las líneas de alta tensión en Playa del Carmen por donde correrá el Tren Maya.

Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), explicó que este punto era esencial para avanzar en el proyecto, ya que dicho asentamiento se encuentra por donde correrá la vía, debajo de las torres de la Comisión Federal de Electricidad.

De último momento, dijo, se decidió no entregarles vivienda ya terminada como estaba planeado, por los elevados costos que suponía; en cambio, se les proporcionarán sólo los terrenos para que de manera inmediata sean poseedores de un patrimonio, con las bases legales que den certeza de la posesión, y que cuenten con todos los servicios básicos: drenaje, agua y suministro eléctrico.

“Algo muy importante que nosotros propusimos, otorgarles lotes de mínimo 100 metros cuadrados para que lo primero que tengan sea propiedad, en un lote que tiene servicios básicos”, explicó.

Para ser beneficiarios de los terrenos, se les solicitará quedar inscritos en una cooperativa, que será la figura jurídica a través de la cual se gestionarán los mejores precios de mercado para la construcción de las viviendas, la cuales serán pagadas con las aportaciones de los beneficiarios.

Jiménez Pons aseguró que un caso similar ya se llevó a cabo en las comunidades de El Espejo, en Tabasco.

Dichas comunidades estaban conformadas por casas muy precarias de lámina y cartón, a las que se les dieron terrenos urbanizados, donde se construyó una comunidad diseñada entonces por el arquitecto Mario Clavel.

El siguiente paso es la licitación de los estudios de impacto ambiental, para despejar cualquier duda sobre la viabilidad del proyecto.

Dicha licitación deberá lanzarse a más tardar a finales del 2019 en el tramo sin vía que va de Escárcega, Campeche, a Cancún, Quintana Roo, debido a que en la otra parte del recorrido, que va desde Palenque hasta Mérida, existe una vía actualmente operativa que no necesita la realización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

“A más tardar a finales del año, la empresa que gane comenzará a elaborar la MIA para que en el 2020 pueda ingresarse el proyecto a evaluación ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)”, expuso el funcionario.

Jiménez Pons aseguró que el Fonatur está preparado para cualquier recurso en contra del proyecto, además de que no han recibido por ahora ninguna notificación  sobre algún recurso legal en ese sentido.

“No hay amparos en este momento ni ha habido, pero los va a haber. Estoy preparado para ello. Todo se está haciendo conforme a lo establecido en la ley para evitar afectaciones. Como van a venir muchas cosas, hay que estar tranquilos”, afirmó.

Adelantó además que de manera paralela la firma PricewaterhouseCoopers está realizando los estudios de mercado “por parcialidades”.

Hasta el momento, ya han manifestado su interés por participar firmas como BlackRock, Goldman Sachs y Merrill Lynch, ésta última en lo referente a los desarrollos urbanos que detonará el tren en las 16 estaciones proyectadas a lo largo de todo el recorrido.

“El Tren Maya está siendo visualizado como un negocio financiero de largo plazo, ya que las empresas que ganen los concursos internacionales de obra asumirán la responsabilidad de mantenimiento y riesgo a largo plazo del tren, incluso en caso de accidentes o desperfectos durante su operación cotidiana, a cambio de una contraprestación económica”, acotó Jiménez Pons.

Modificación del trazo

El funcionario recordó que recientemente se tomó la decisión de modificar el trazo original del proyecto.

Dicha modificación implica eliminar el tramo Valladolid-Cancún, el cual será sustituido por el tramo Valladolid-Cobá y Tulum. El cambio supone ahorros de 7,500 millones de pesos, además del tendido de 50 kilómetros de vía; sin embargo, el principal objetivo será impactar la zona de Cobá con la construcción de una estación férrea que facilitará el acceso de los vestigios arqueológicos de la zona y supondrá todo un desarrollo urbano e inmobiliario como está planteado para el resto de las estaciones del tren.

Para el nuevo tramo, incluso ya se tienen los derechos de vía a través de la carretera que actualmente está concesionada a ICA.

Aeropuerto de Mérida

El titular del Fonatur adelantó que también trabajan en un proyecto que implica mover el Aeropuerto Internacional de Mérida hacia el sur de la ciudad, con lo cual se permitiría que la estación del Tren Maya quede enlazada con la nueva terminal aérea, como sucederá en Cancún.

Se trata de un proyecto inmobiliario de 2,000 hectáreas que no agregará costo al presupuesto del tren, pues será financiado por empresarios inmobiliarios, es decir, el Fonatur sólo fungiría como promotor. El diseño general del mismo está corriendo a cargo del arquitecto Enrique Norten.

“Aún está en la fase conceptual, por lo que no se trata de una decisión tomada; además, corresponderá enteramente al gobernador Mauricio Dosal Vila hacer el anuncio en caso de que se le dé luz verde a la obra”, refirió Rogelio Jiménez.

Fuente: El economista.