El compositor mexicano Ángel Gómez Ramos (Toluca de Lerdo, 1988) obtuvo el primer premio del primer Concurso Internacional de Composición de Portugal con su obra Rapsodia patafísica de iridiscencias yuxtapuestas, donde mezcla una complejidad de folclor mexicano, bajo la influencia indirecta de Silvestre Revueltas y sonidos contemporáneos para dar vida a un nuevo color en la música contemporánea.

En entrevista con Excélsior, el compositor habla sobre la pieza ganadora, su vertiginosa carrera y las complicaciones que ha encontrado en México para estrenar sus piezas, debido a la existencia de “feudos en la música”, lo cual le ha impedido que su obra llegue al Palacio de Bellas Artes o que sea interpretada por orquestas como la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) o la Sinfónica del Estado de México (OSEM), donde ha sido ignorado.

Pese a todo, este joven compositor ya ganó concursos destacados, como el Internacional de Composición del Museo Iconográfico del Quijote, el Festival de Música Manuel M. Ponce, en Zacatecas y el Concurso de Composición Manuel de Falla, entre otros más.

¿Podría hablar sobre su obra ganadora? “Me gusta la característica del posmodernismo de usar títulos rebuscados, dado que ésta intenta crear algo rebuscado, pero no por la cantidad de recursos musicales, sino al encontrar todas las combinaciones para dar un resultado rebuscado.

Digamos que es una rapsodia, algo parecido a un popurrí, es decir, una mezcla de muchas partes, que aparentemente no tienen sentido. Es como cuando escuchamos Bohemian Rhapsody, de Queen, donde muchas partes no tienen nada que ver una con la otra o que son muy contrastantes.

 

¿Y por qué alude a la patafísica? “Porque refiere a esa ciencia inventada por un escritor francés, que se rige por la nada, es decir, la obra refleja mi manera de pensar, a partir de la intuición, sin guiarme en estructuras fijas. Además, tiene que ver con mi gusto por la obra del cineasta David Lynch, quien hace sus películas de esa manera.

¿Qué músicos han influido en su obra? “Está muy presente la imagen de mi maestro, el compositor Armando Luna Ponce, con quien estudié en el Conservatorio de Música del Estado de México. Ya falleció. Pero sus enseñanzas siempre han estado fijas en lo que yo hago”.

Él poseía la herencia directa de lo que hizo Silvestre Revueltas. Yo trato de evitar eso, como el hecho de exaltar esa mexicanidad, porque me parece que no tenemos la certeza de nuestra música, es decir, porque usamos instrumentos europeos y algunos otros de origen oriental”.

Para exaltar esa mexicanidad uso lo que me otorga mi entorno y no sólo lo musical, sino desde los tacos que ceno hasta las cumbias que escucho cuando voy a hacer el mandado. Todo eso me parece importante, pero pasa a través de mí, lo digiero y llega a la música cuando extraigo el recurso que me gusta y lo utilizo. Pero una mexicanidad, no es mi objetivo”.

¿Cómo define su estilo? “Persigue una especie de surrealismo, pero más hacia la creación, guiado por el instinto. Podría decirse que mi estilo es intuitivo o surrealista, pero aún es un estilo que está en desarrollo”.

Fuente: excelsior.