El encuentro de líderes de los países de la OTAN en Londres arranca crispado incluso antes de inaugurarse. Las duras críticas que el presidente francés, Emmanuel Macron, vertió hace unos días sobre la Alianza Atlántica han soliviantado a Donald Trump, que hasta hace poco era quien más cuestionaba a la organización. El presidente estadounidense no ha dudado este martes en calificar de “insultantes” las declaraciones de Macron, que atribuyó a la OTAN “un estado de muerte cerebral”. Trump ha cargado las tintas contra Francia tras reunirse con el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en las horas previas al comienzo de la cumbre que conmemora el 70º aniversario de la OTAN.

“Pienso que fue muy insultante (…) una declaración muy, muy desagradable para los [otros] 28 países aliados”, lamentó Trump ante la prensa, acompañado de Stoltenberg. El líder estadounidense quiso devolver el golpe a Macron aludiendo a que “Francia no va bien en absoluto desde el punto de vista económico” y recordando la crisis de los chalecos amarillos. “No se puede ir por ahí haciendo declaraciones de este tipo sobre la OTAN. Es muy irrespetuoso”, zanjó.

Apenas un año y medio después de que Trump desconcertara a sus socios en la Alianza cuestionando veladamente el principio de defensa colectiva e insistiendo sin tregua en que los aliados incrementasen su gasto militar, las palabras de Macron han cambiado las tornas. Ahora es el mandatario francés quien concentra los recelos de la cúpula de la Alianza.

“La OTAN sirve a un gran propósito”, estimó el mandatario estadounidense, para quien “nadie necesita más la OTAN que Francia”. La controversia sobre el papel de la Alianza Atlántica no es el único —ni siquiera el principal— contencioso que Trump mantiene con Macron, al que verá en privado este mismo martes. La víspera de su viaje a Londres, Washington amenazó a Francia con imponer aranceles del 100% sobre bienes franceses como represalia a la tasa digital francesa sobre las grandes tecnológicas. Trump considera este gravamen discriminatorio hacia las empresas estadounidenses (la mayoría de los gigantes de Internet están radicados en Estados Unidos).

Más allá de estas disputas, el mandatario estadounidense celebró los esfuerzos de sus aliados para alcanzar el 2% del PIB de gasto militar nacional para 2024, el asunto que centró sus críticas en las pasadas cumbres y que ha monopolizado el discurso de la OTAN desde que Trump llegó al poder.

Antes de las recepciones oficiales con la reina Isabel II y con el primer ministro británico, Boris Johnson, previas a la reunión de trabajo del miércoles, los líderes multiplican sus contactos bilaterales. El presidente español en funciones, Pedro Sánchez, acudirá esta tarde a la recepción oficial.