Ovaciones, prolongados aplausos, gritos de júbilo. Así recibió ayer el Festival de Salzburgo Plácido Domingo, en su primera aparición en público tras la tormenta desatada por la reciente publicación de acusaciones de acoso sexual en su contra en los años 80.

Ha sido verdaderamente una tarde, pues, inolvidable. El público nos ha recibido con cariño a todos y aquí estamos”, expresó Domingo en una breve declaración tras actuar en la ópera Luisa Miller, de Giuseppe Verdi.

La sala del Grosses Festspielhaus, donde se representó la obra en versión de concierto, fue dirigida por James Conlon y lució llena.

Junto a Domingo, que encarnó al barítono Miller–padre de Luisa–, brillaron también Roberto Tagliavini, Piotr Beczała, Yulia Matochkina, Nino Machaidze, Cecilia Molinario y John Relyea.

La representación generó gran expectativa mediática, ya que el legendario tenor, hoy barítono, no había actuado ni aparecido en público desde que la agencia de noticias AP publicara, el pasado día 13, información con acusaciones de acoso sexual en su contra.

Según la agencia, se trata de nueve mujeres –ocho de ellas de forma anónima–, quienes cuentan situaciones que habrían tenido lugar hace más de tres décadas.

 

ESPERAN PESQUISA

Sobre el caso, la Orquesta de Filadelfia y la Ópera de San Francisco, de Estados Unidos, reaccionaron de inmediato y cancelaron las actuaciones del cantante español que tenían programadas para los siguientes meses.

Por su parte, La Ópera de Los Ángeles, que Domingo dirige desde 2003, anunció que llevará a cabo una investigación del caso a cargo de una abogada independiente, mientras que la Metropolitana de Nueva York mantiene sin cambios su programa en los próximos meses, aunque indicó que aguardará los resultados de las pesquisas.

Domingo se sumó así a la lista de estrellas de la música clásica señaladas a raíz del movimiento #MeToo, que comenzó en 2017 en la industria del cine, después de los casos de grandes maestros como James Levine, Charles Dutoit o Daniele Gatti.

Sin embargo, hasta ahora no ha habido anulaciones en Europa y el Festival de la ciudad austriaca de Salzburgo fue el primero en respaldar al cantante madrileño, asiduo al certamen desde hace más de 40 años.

El respaldo que recibió hoy en Salzburgo no tuvo fisuras. El público, en cuanto lo vio aparecer en el escenario, comenzó a aplaudir con fuerza y se puso de pie gritando “¡Plácido, Plácido!” y “¡Bravo, Plácido!”.

A la salida del Grosses Festspielhaus, donde tuvo lugar la representación de la obra, Domingo firmó autógrafos, rodeado de admiradores que lanzaban esos mismos gritos y agradeció en inglés al público la cálida acogida.

Había una ópera extraordinaria, con un elenco fantástico, ha sido verdaderamente una tarde inolvidable. La verdad, el público, con un cariño, que nos ha recibido a todos. Aquí estamos. Gracias”, explicó Domingo.

Creo que el concierto fue fantástico. Cada persona fue fantástica y lo que me hizo realmente feliz fue que, al comienzo, hubo varias ovaciones de pie dirigidas a Plácido”, afirmó una de las espectadoras, la austríaca Ingeborg Schaffner.

Domingo es un buen hombre y el resto son mentiras. Ése fue el veredicto del público hoy, y fue muy claro. Hubo ovaciones al principio y al final. Fue fantástico”, añadió Schaffner.

Domingo es esperado el próximo miércoles en la ciudad de Szeged, en el sur de Hungría, donde ofrecerá un recital con la soprano puertorriqueña Ana María Martínez, y el sábado volverá al escenario de Salzburgo, otra vez con Luisa Miller.