David Koch, el ex vicepresidente ejecutivo de Koch Industries y alguna vez excandidato a la vicepresidencia de EU, murió a los 79 años.

“Al tiempo que lamentamos la pérdida de nuestro héroe, recordamos su risa irónica, su curiosidad insaciable y su corazón generoso. Las historias de las aventuras de su niñez animaban nuestras cenas familiares; por sus profundos conocimientos era para nosotros un “Google ambulante”. Su corazón sensible lo llevaba a derramar una lágrima por lo bello del ballet de su hija y brillaba su orgullo cuando su hijo lo derrotaba en ajedrez. Vamos a extrañar ese quinto eslabón en nuestra familia”, dijo la familia Koch en un comunicado.

“A pesar de su partida, deseamos que todos celebren la vida y el impacto de este hombre amable y generoso. Él asumía que tenía una responsabilidad con un mundo que le había dado tantas oportunidades para el éxito. La dedicación filantrópica a la educación de David, así como a las artes y a la investigación del cáncer tendrá un impacto duradero en incontables vidas y eso lo celebraremos siempre”.

Como un faro, Koch dejó su marca en los negocios, la filantropía y la política. Nació en Wichita, en el estado norteamericano de Kansas, en mayo de 1940, siendo el tercero de cuatro hijos de Fred y Mary Koch. Sus hermano mayor, Charles Koch ha sido el CEO y presidente de Koch Industries desde 1967, en tanto que su hermano gemelo Bill Koch administra Oxbow Corp, una firma de materias primas que fundó tras dejar el negocio familiar en 1983.

Koch estudió ingeniería y, antes de enrolarse en el MIT, tuvo breves trabajos como ingeniero de diseño e investigación en Amicon Corporation, Arthur D. Little y Halcon International. Luego llegó a Koch Industries, la cual confundo su padre, y ayudó a supervisar la expansión del conglomerado que genera ventas por 110,000 millones de dólares. Al momento de su muerte, David Koch tenía una fortuna de 42.4 mil millones de dólares.

Fue muy activo en círculos políticos así como un filántropo que donó más de 1.3 mil millones de dólares a lo largo de su vida. Entre sus donaciones principales se encuentra una por 207 mdd al Memorial Sloan Kettering Cancer Center (además de 135 mdd para un área de cuidados externos).

También apoyó varias causas artísticas y culturales y financió la renovación de la plaza del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, la del Teatro Estatal de Nueva York en el Lincoln Center, y la creación de la sala del origen humano en el Museo Nacional de Historia Natural del instituto Smithsoniano.