Pese a ser el centro de origen del llamado “maíz palomero”, una de las primeras formas de alimentación a base de maíz en la historia, México actualmente tiene que importar casi la totalidad de las palomitas de maíz que se consumen de los Estados Unidos.

Existen en México evidencias del consumo de palomitas de maíz desde hace 6 mil años. Actualmente, existen 7 especies de maíz palomero en todo el país, todas en peligro de extinción, según el reporte del noticiero En Punto.

Por este motivo, la labor de los campesinos que conservan estas especies es cada vez más importante, como en el caso del maíz palomero toluqueño, llamado tolonqui.

Las características propias de adaptación y rendimiento de este tipo de maíz fue mantenido en las parcelas. Son variedades antiguas que tienen el beneficio de la resistencia, maíces que han estado con la humanidad por más de 6 mil años.

Además de la conservación de las variedades del maíz palomero mexicano, se busca rescatar las tradiciones históricas, como el reventado tradicional de las palomitas en ollas de barro, técnica que data de épocas prehispánicas.

De forma sorprendente, algunos pobladores de la región desconocían que esta variedad servía para hacer palomitas, siendo las ancianas quienes mantuvieron este conocimiento.

En comunidades del Estado de México, como San Marcos Tlazalpan o Santa Ana Nichi, las palomitas de maíz tienen una relevancia cultural y religiosa.

En los altares, en fiestas populares y religiosas, se utilizaban las palomitas de maíz como una representación de la pureza y de la abundancia.