El gobierno reconocido a nivel internacional de Libia examina el cierre de los centros de detención de migrantes en su territorio, tras los bombardeos ocurridos el martes contra las instalaciones de Tajoura, a las afueras del este de la capital Tripol, dejando un saldo de 53 muertos, incluidos seis niños, y 130 heridos.

En un comunicado, el ministro del Interior, Fathi Bashagha, puntualizó que: “el gobierno está considerando el cierre de los centros y liberar a los inmigrantes ilegales para preservar sus vidas y seguridad”.

Bashagha explicó que la medida es para garantizar la seguridad de los 3,800 refugiados y migrantes detenidos en Libia, en medio del conflicto armado y los combates que libran desde abril pasado, fuerzas del primer ministro Fayez al Sarraj, y del Ejército Nacional Libio, leales al mariscal Khalifa Haftar.

Sin embrago, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU denunció este jueves que tenía información de que los guardias libios dispararon contra refugiados y migrantes que intentaban huir de los ataques aéreos contra el centro.

De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, alrededor de 300 migrantes continúan recluidos en el centro de Tajura, recibiendo asistencia humanitaria.

Rescate de migrantes

El colectivo italiano Mediterránea rescató a 54 migrantes frente a las costas de Libia. Sin embargo, el ministro del Interior, Matteo Salvini, rechazó el desembarco de esos migrantes en un puerto de Italia, lo que podría desatar una nueva crisis como ocurrió esta semana con la nave humanitaria alemana See Watch, la cual permaneció dos semanas sin poder atracar con más de 40 migrantes a bordo.

Fuente: El economista.