Furiosa de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara dos proyectos de ley en apoyo a los derechos humanos en Hong Kong, China convocó ayer al embajador estadunidense para presentarle una protesta y advirtió que tales medidas socavarán la cooperación con Washington.

Hong Kong, una antigua colonia británica que recibió un estatus semiautónomo cuando China recuperó el control del territorio en 1997, ha sido escenario desde hace seis meses de manifestaciones prodemocráticas que han derivado en violencia.

Miles de activistas colmaron ayer una plaza pública en el centro de Hong Kong con motivo del Día de Acción de Gracias para agradecer a Estados Unidos la aprobación de las iniciativas y anunciaron que respaldan los derechos humanos y advirtieron que seguirán marchando.

No fue una sorpresa que Trump firmara ambas medidas. Tampoco la reacción de Pekín, que siempre censura cualquier medida que considere una intromisión en sus asuntos internos.

Sin embargo, el roce entre China y Estados Unidos ocurre en un momento delicado y podría alterar las de por sí espinosas negociaciones comerciales entre ambas naciones.

El vicecanciller chino, Le Yucheng, le dijo al embajador estadunidense Terry Branstad que las medidas firmadas por Trump constituían una “grave intromisión en los asuntos internos de China y una grave violación del derecho internacional’’, de acuerdo con un comunicado del Ministerio del Exterior.

Fuente: excelsior.