Irán criticó este sábado a Estados Unidos por la decisión “inhumana” de impedir que su ministro de Exteriores, que asistió a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, acudiese a visitar a un diplomático iraní hospitalizado en la ciudad.

Las autoridades estadounidenses no permitieron la visita del canciller, Mohammad Javad Zarif, al embajador de la República Islámica ante la ONU, Majid Takht Ravanchi, que recibe tratamiento contra el cáncer en un hospital de Nueva York. En julio, EU restringió los movimientos de Zarif en la ciudad a un radio de seis manzanas.

El Departamento de Estado explicó que permitiría el encuentro si Teherán liberaba a uno de los varios ciudadanos estadounidenses “detenidos injustamente” en el país.

El viceministro de Exteriores, Abbas Araghchi, dijo que Washington tomó un asunto humanitario como “rehén” para fines políticos, según reportó la agencia noticiosa oficial IRNA.

La nueva disputa se produce en un ambiente de elevada tensión entre las dos naciones luego de que el presidente de EU, Donald Trump, decidió el año pasado retirarse del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales. Washington reinstauró sus sanciones a Irán, que le impiden vender petróleo al extranjero y paralizan su economía. Desde entonces, Teherán ha incumplido los términos del pacto internacional.

Las tensiones en el Golfo Pérsico incluyeron la incautación de mercantes en el Estrecho de Ormuz y una serie de ataques en la región de los que EU culpa a Irán. Un punto de inflexión se produjo el 14 de septiembre, cuando una ofensiva con misiles y drones daño instalaciones petroleras clave en Arabia Saudita, que sacudieron los precios del petróleo.

Aunque los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con el respaldo de Teherán, se atribuyeron la autoría de los ataques, Arabia Saudita sostiene que estuvieron “indudablemente patrocinados por Irán”.

Las autoridades iraníes niegan cualquier responsabilidad en los incidentes y advirtieron que cualquier ataque en represalia resultaría en una “guerra total”.

Fuente: El financiero.