A cuatro años de la aprobación de la ley que prohibió la utilización de animales salvajes en circos y espectáculos, el destino de 836 ejemplares sigue siendo incierto. Algunos fueron vendidos, entregados a santuarios y otros canalizados a organizaciones que han hecho un esfuerzo para rescatarlos.

Eduardo Serio, presidente de la fundación Jaguar Negro – Tigre Blanco, mantiene a 500 grandes felinos en 4 santuarios ubicados en México.

Cuando entró en vigor la ley que prohíbe utilizar animales de fauna silvestre en espectáculos de circo, la mayoría de los leones y tigres, en poder de los empresarios circenses, fueron vendidos a particulares, donados a zoológicos, o resultaron muertos.

La fundación a cargo de Serio ha logrado rescatar a 170 tigres, leones, jaguares y pumas de los circos. 120 se encuentran en un solo santuario y la mayoría llegaron desnutridos.

Algunos de los felinos tuvieron un cruel destino: terminaron sus días en China, en donde fueron sacrificados y “tapeteados”, utilizándose sus pieles, garras y colmillos como “decoración”.

Los animales que fue adquiriendo la fundación llegaron casi en su totalidad sin garras y la mitad no tenían colmillos. Otros tenían huellas de maltratos y cicatrices en la piel.

Otros animales terminaron siendo abandonados a su suerte tras la entrada en vigor de la ley, por lo que la fundación intervino para salvarlos.

La Procuraría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales desconocen el paseadero de muchos de los grandes felinos que se encontraban en los circos, ya que la ley permitió su venta a particulares.

La Fundación Jaguar Negro – Tigre Blanco mantiene más de 500 de estos animales de fauna silvestre. Utiliza diariamente dos toneladas de carne para alimentarlos, siendo su costo de manutención de 3 millones de pesos al mes. El dinero sale de los bolsillos de eduardo y de donativos hechos por los millones de seguidores que tienen en redes sociales.

Todo esto se hace sin búsqueda de un beneficio económico, sino para darle una vida digna a estos animales en los días que les restan de existencia.