Fitch Ratings rebajó este viernes la calificación de Hong Kong como emisor de deuda en moneda extranjera a largo plazo por primera vez desde 1995, diciendo que la reciente agitación política del territorio suscita dudas sobre su gobernanza.

La agencia bajó la calificación de ‘AA+’ a ‘AA’ con perspectiva negativa, informó la compañía en un correo electrónico este viernes. La última vez que Fitch rebajó la nota de Hong Kong fue antes de la devolución de la antigua colonia británica a China.

Las protestas a gran escala y los disturbios en la ciudad han desconcertado a los inversores y elevado la perspectiva de salidas de capital del centro financiero, considerado durante mucho tiempo un refugio seguro. Casi tres meses de protestas en la ciudad han debilitado una economía ya golpeada duramente por la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, los dos mayores socios comerciales de la ciudad.

“Meses de conflicto y violencia persistentes están poniendo a prueba los perímetros y la flexibilidad del marco de ‘un país, dos sistemas’que rige la relación de Hong Kong con China continental”, señaló Fitch en un comunicado. “El incremento gradual de los vínculos económicos, financieros y sociopolíticos de Hong Kong con el continente implica su integración continua en el sistema de gobernanza nacional de China, lo que presentará mayores desafíos institucionales y regulatorios con el tiempo”.

“Los acontecimientos actuales también han infligido un daño duradero a la percepción internacional sobre la calidad y eficacia del sistema de gobernanza y el Estado de Derecho de Hong Kong, y han cuestionado la estabilidad y el dinamismo de su entorno comercial”, apuntó Fitch.

La rebaja tuvo poco impacto en los mercados financieros de la ciudad. El índice MSCI Hong Kong avanzaba 0.4 por ciento y el dólar registraba pocos cambios.

“Hong Kong definitivamente está entrando en una recesión económica, ya que las protestas afectan el turismo y el consumo interno de la ciudad”, indicó Iris Pang, economista de ING bank NV. “Pero no creo que los problemas de las manifestaciones y el gobierno débil duren para siempre, y la industria financiera se mantendrá estable. Por lo tanto, la situación no será tan mala a largo plazo”.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad crecerá 1 por ciento este año y 1.4 por ciento en 2020, agregó Pang. Ahora se pronostica que el crecimiento real del PIB de Hong Kong será del 0 por ciento este año, lo que implica una “contracción absoluta” en el segundo semestre de 2019, dijo Fitch. La ciudad verá un crecimiento del 1.2 por ciento el próximo año, estimó la agencia.

La confianza de los fabricantes de la ciudad empeoró significativamente en julio y agosto, cuando las protestas en toda la ciudad se intensificaron, mientras que la guerra comercial tampoco mostró señales de desaceleración.

La economía de Hong Kong se ha enfriado drásticamente en lo que va de año, con el debilitamiento de sus industrias más importantes, como el comercio de exportación y el comercio minorista.

La estrecha integración de Hong Kong con China está en consonancia con la reducción de la diferencia entre las calificaciones de los dos, explicó Fitch. Actualmente tiene una calificación para China continental de ‘A+’ con perspectiva estable. Las tres principales agencias de calificación tienen una nota para Hong Kong al menos dos escalones por encima de China.

Estudiantes y alumnos de al menos cinco escuelas de Hong Kong formaron cadenas humanas este viernes para llamar la atención sobre las cuatro demandas pendientes del movimiento que lleva meses movilizándose en el territorio semiautónomo chino.

El acto de rebeldía se celebró dos días después de que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunció que su gobierno retirará formalmente el polémico proyecto de ley de extradición que originó las protestas. La norma habría permitido el traslado de residentes de la ciudad a China continental para ser juzgados allí.

A pesar de la peleada concesión, algunos manifestantes señalaron que continuarán con su resistencia porque el gobierno solo se comprometió a cumplir una de sus cinco demandas, que incluyen reformas electorales y una investigación independiente sobre los supuestos casos de brutalidad policial.

La excolonia británica fue devuelta a China en 1997 bajo el modelo “un país, dos sistemas” que prevé ciertos derechos democráticos en el territorio que no están permitidos en el resto del país. Sin embargo, en los últimos años, algunos residentes de Hong Kong acusaron a Beijing de erosionar constantemente esas libertades.

Las manifestaciones que comenzaron en junio se han vuelto cada vez más violentas, con algunos participantes arrojando bombas incendiarias y la policía empleando gases lacrimógenos, bastones y cañones de agua para contenerlos. Más de mil personas han sido arrestadas.

Fuente: El financiero.