FaceApp es el último viral. Una aplicación que fue lanzada en 2017 pero que ha sido estos días cuando ha explotado en popularidad gracias al filtro que nos hace viejos. Si te has conectado a las redes sociales esta semana es muy probable que lo hayas visto. Su funcionamiento es realmente sencillo, simplemente subes la foto a la aplicación y voilà. Pero detrás de este viral se esconde una política de privacidad muy opaca.

Las millones de fotos que se han subido a FaceApp no caerán en saco roto. Al contrario. Nuestros datos son muy valiosos y como reflejan los términos de la aplicación, podrán ser compartidos con terceros. Lamentablemente es una práctica muy habitual estos días y pese a no darnos cuenta muchas veces, con cada foto que subimos de estos virales, estamos renunciando poco a poco a nuestra privacidad.

FaceApp pertenece a la compañía rusa Wireless Lab, quienes utilizan redes neuronales para generar y transformar rostros realistas a partir de fotografías. Su CEO y fundador es Yaroslav Goncahrov, quien desde 2014 trabaja en la aplicación pero que ya contaba con experiencia previa en empresas como Yandex (el Google ruso), SPB Software o Microsoft.

Qué dice la política de privacidad de FaceApp

La política de privacidad de FaceApp no se ha actualizado desde el 20 de enero de 2017. Más de dos años sin cambios. Además estamos ante una política básica, muy habitual en empresas pequeñas que no esperaban tener un alcance tan grande.

A través de los términos de uso y la política de privacidad podemos leer qué tipo de acciones realiza FaceApp con nuestros datos. Y es sencillo comprobar que no están adaptadas al Reglamento General de Protección de Datos (RGDP).

TerminosTérminos de uso de FaceApp

La política de privacidad de FaceApp no especifica qué se hace exactamente con nuestros datos ni cuáles están siendo recopilados. Tampoco permite borrar o descargarlos como sí permiten aplicaciones de compañías más grandes como Facebook o Google.

Pero lo más preocupante es la cantidad de apartados que dan vía libre a FaceApp para utilizar nuestros datos. La aplicación especifica que “los datos son almacenados en Estados Unidos y en todo aquel país donde la compañía pueda tener instalaciones”. Es decir, siendo una empresa rusa se entiende que también podría derivar los datos hacia allí. Pese a que no se haya demostrado que la app realiza tal envío.

Faceapp Musk

Según describe la política de privacidad, FaceApp utiliza nuestra información para:

  • Proporcionar contenido e información personalizada.
  • Anuncios online u otras formas de marketing.
  • Proporcionar, mejorar, probar y monitorear la efectividad del servicio.
  • Desarrollar y probar nuevos productos y características.
  • Monitorear métricas como el número total de visitantes, tráfico y patrones demográficos.
  • Diagnosticar o solucionar problemas tecnológicos.
  • Actualizar automáticamente la aplicación FaceApp en el dispositivo.

No termina ahí el uso de nuestros datos, ya que FaceApp también comparte datos de uso con terceros para mejorar los anuncios. Un uso que el creador ha matizado.

“También podemos compartir cierta información, como datos de cookies, con socios publicitarios o terceros. Esta información permitiría a las redes publicitarias de terceros, entre otras cosas, entregar anuncios dirigidos que se consideren de mayor interés para usted”.

El creador de FaceApp responde a algunas dudas

Yanis

En declaraciones a Techcrunch, Yaroslav Goncharov ha respondido a las dudas sobre la privacidad de FaceApp. En el comunicado, el creador afirma que “FaceApp realiza la mayor parte del procesamiento de fotos en la nube”, en concreto, en AWS y Google Cloud. Sobre estas fotos, asegura que “queremos asegurarnos de que el usuario no cargue la foto repetidamente para cada operación de edición. La mayoría de las imágenes se eliminan de nuestros servidores dentro de las 48 horas posteriores a la fecha de carga“.

“No vendemos ni compartimos ningún dato del usuario con terceros”, explica. Aunque en al política de privacidad sí se reflejan algunas excepciones como aquellas “organizaciones de terceros que nos ayudan a proporcionarle el Servicio” y con “socios publicitarios de terceros”. Sobre el envío de datos a Rusia, Goncharov explica que “aunque el equipo central de I+D se encuentra en Rusia, los datos del usuario no se transfieren a Rusia“, ya que se utiliza la nube de Google y Amazon.

Respecto a poder eliminar todos los datos de los servidores, el CEO de FaceApp explica que cualquiera puede hacerlo aunque es desde la casilla de soporte. Allí habrá que pulsar en “reportar un error” y mandar un correo con la palabra “privacidad”. Un método muy casero que dicen “estar trabajando en solucionarlo”.

Entrenando algoritmos de reconocimiento facial

Facial

Además del valor publicitario de nuestros datos, uno de los usos que tiene nuestro rostro es el entrenamiento de los algoritmos de reconocimiento facial. Para entenderlo simplemente hay que fijarse en cómo funcionan. Los algoritmos se basan en bases de datos enormes de rostros, todos ellos anónimos pero útiles para que la IA entienda cómo funciona el rostro humano.

¿Comparte FaceApp nuestro rostro para mejorar los algoritmos de reconocimiento facial? No lo sabemos, pero la política de privacidad deja la puerta abierta a ello. Como indica la sección de “compartiendo su información”:

“Podemos eliminar partes de datos que puedan identificaros y compartir datos anónimos con otras partes”.

“También podemos combinar su información con otra información de manera que ya no esté asociada con usted y compartir esa información agregada”.

Microsoft Facial

No sería el primer caso de una aplicación que utiliza las millones de fotos subidas por sus usuarios para desarrollar herramientas de reconocimiento facial. En enero de 2019, se viralizó el hashtag #10yearchallenge donde una herramienta de Facebook nos permitía ver cómo habíamos cambiado en diez años. Tres años antes, Microsoft presentó su Project Oxford, una serie de experimentos virales que calculaban nuestra edad, medían la longitud de nuestro bigote o nos encontraban un gemelo fantasma.

Recientemente, en mayo de este año, la aplicación Ever que realizaba copias de seguridad con espacio ilimitado en la nube se vio envuelta en la polémica al desvelarse, según NBC News, que nuestras fotos servían para monetizar el servicio al venderlas para mejorar tecnologías de reconocimiento facial.