El gobierno de Estados Unidos confirmó que nuestro país importó petróleo durante julio y agosto de 2019.

La Oficina del Censo de los Estados Unidos dijo a Forbes México que la nación que gobierna el presidente Andrés Manuel López Obrador introdujo 532,595 barriles de crudo en julio y 8,962 barriles en agosto desde la principal economía del mundo.

“Los datos proporcionados —aproximadamente 533,000 barriles en julio y 8,900 barriles en agosto— coinciden con lo que está disponible públicamente en la base de datos en línea (USA Trade Online)”, comentó la Oficina a la consulta hecha por esta publicación.

La dependencia del Departamento de Comercio estadounidense detalló en su sitio web que la importación correspondió a un petróleo de 25 grados API o más, es decir, crudo ligero. Este tipo de hidrocarburo es adecuado para ser procesado en las refinerías de Pemex, ya que la compañía que dirige Octavio Romero Oropeza produce mayoritariamente petróleo pesado.

Durante julio, 498,750 barriles de petróleo vinieron del distrito de Port Arthur, Texas, mientras que 33,845 barriles salieron de Houston-Galveson en el misma entidad. Respecto al aceite importado en agosto, los casi 9,000 barriles salieron del distrito de Port Arthur, Texas, de acuerdo con su base de datos.

El valor unitario por cada barril en julio fue de 51.83 dólares, un total de 27.6 millones de dólares. En agosto, el costo por cada barril de crudo fue de 74.73 dólares, un total de 669,724 dólares.

El pasado 9 de octubre, la dependencia encargada de la política energética de nuestro país negó que Pemex importó petróleo durante julio y dijo que las cifras publicadas por la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés) eran incorrectas.

Al consultarla sobre el tema, EIA declinó comentar sobre las declaraciones de la Sener, pues sus cifras de importación fueron recopiladas directamente de la Oficina del Censo de los Estados Unidos.

El presidente mexicano, tras ganar la elección, dijo en octubre del año pasado que la importación de petróleo de Pemex al cierre del gobierno priista de Enrique Peña Nieto fue una muestra del fracaso de la política económica de nuestro país en los últimos 30 años.