Por Mar Morales

 

Con el tema de la pandemia del Coronavirus, hemos ido dejando un poquito de lado otros temas que de igual forma lastiman a nuestra sociedad. 

Uno de ellos es el tema de los feminicidios. Poco antes de que el COVID-19 dominara nuestra atención y los medios locales,nacionales e internacionales fijaran  su atención en él, veíamos con espanto el caso de Fátima, la pequeña de siete años que fue brutalmente abusada y asesinada y sólo una semana antes, conocimos la trágica historia de Ingrid Escamilla, joven mujer  desollada y mutilada en su casa por su pareja en la CDMX.

En nuestro estado, por desgracia el índice de feminicidios es uno de los primeros a nivel nacional. A fines de 2019 la cifra era escandalosa: de 977 casos registrados a nivel nacional, nuestro estado tenía 152. 

Estos datos, se debe señalar, se basan en la incidencia delictiva y en las llamadas de emergencia al 911.

Si nos vamos a números rudos, la capital del estado, Xalapa, es la que al cierre del 2019 presentó la mayor cantidad de casos.

Por desgracia sabemos que la mayoría de los casos se trata de violencia intrafamiliar, es decir, las mujeres son victimadas por alguien cercano, ya sea su pareja sentimental, su padre, su hermano o algún familiar. Por ello, en esta época de aislamiento varias organizaciones feministas y de derechos humanos han procurado alentar a la población de que denuncien si están siendo víctimas de abuso en el seno familiar.

Ayer mismo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dio un mensaje a la población, donde pidió que mientras dure la pandemia, se fortalezcan los lazos familiares.

En redes sociales también hay una campaña en ese sentido. Activistas defensoras de las mujeres han publicado textos con mensajes como: “Si en tu casa es peligro, mi casa es tu casa”, para motivar a quienes se sientan agredidas en su hogar a pedir ayuda.

Recordemos que se trata de cuidarnos entre todos mientras dure esta emergencia sanitaria.

GUARDERÍAS DEL IMSS DEJARAN DE DAR SERVICIO…

Y en esa misma línea leemos que en el estado dejarán de funcionar  a partir de hoy 37 guarderías del IMSS en la zona norte de Veracruz, lo que representa que cinco mil niños y niñas que esán inscritos en dichos centros deberán quedarse en casa.

Esto es un verdadero problema, ya que muchas de estas criaturas son hijos de médicos o enfermeras que tienen que laborar a marchas forzadas debido a la emergencia sanitaria

¿Quién cuidará de ellos? Dejar a los pequeños en manos de un extraño o extraña o exponerlos al hacinamiento o incluso falta de cuidados puede representar un serio problema que esperemos se resuelva de la mejor manera y no se vaya a incrementar el número de víctimas de abuso infantil. Ojo con eso.