Francisco denunció el sábado la tala ilegal y la explotación de los recursos naturales únicos de Madagascar en el inicio de su visita a la nación del Índico.

El pontífice pidió al gobierno que luche contra la corrupción que está devastando el medio natural de la isla y mantiene a su población en una “pobreza inhumana”.

Francisco instó al presidente, Andry Rajoelina, a proporcionar empleos y fuentes alternativas de ingresos a la población para evitar que se vean forzados a cortar árboles para encontrar tierras fértiles y participen en el contrabando y la explotación ilegal de sus diversos recursos de flora, fauna y minerales.

El deterioro de esa biodiversidad compromete el futuro del país y de la Tierra, nuestro hogar común”, dijo el Papa ante Rajoelina y otros cargos del gobierno durante el inicio de la segunda etapa de su viaje de una semana por el sur de África.

Madagascar alberga el 5 por ciento de las especies de plantas y animales del mundo, y alrededor del 95 por ciento de sus reptiles y del 89 por ciento de su flora no existen en ningún otro lugar, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.

Sin embargo, es también uno de los países más pobres del mundo: el 75 por ciento de sus 25.5 millones de habitantes viven con menos de dos dólares al día.

Grupos ambientalistas y Transparencia Internacional denuncian desde hace tiempo la tala ilegal de los bosques de palo rosa y de otras especies amenazadas como una prueba de una corrupción desenfrenada que ha convertido en multimillonarios a unos pocos, conocidos como los ‘barones del palo rosa’, tras saquear los bosques del noreste de la isla.

Su encantadora isla de Madagascar es rica en biodiversidad vegetal y animal, sin embargo su tesoro está especialmente amenazado por la excesiva deforestación, de la que se benefician algunos”, apuntó Francis.

Como amenazas, el pontífice destacó los incendios, la caza furtiva y la “tala sin restricciones de valiosos bosques”.

Más que cualquiera de sus predecesores, Francisco ha hecho de las preocupaciones medioambientales uno de los pilares de su papado, relacionando el calentamiento global con la persistente explotación de los más pobres a manos de los más ricos.

Además, publicó una encíclica sobre la necesidad de cuidar de la creación de Dios y el próximo mes presidirá una reunión de obispos de la Amazonia, donde una oleada de incendios forestales volvió a fijar la atención internacional en la necesidad de conservar los llamados “pulmones del planeta”.

En su discurso del sábado, el pontífice instó a Rajoelina, que fue elegido tras una campaña para combatir la corrupción, a cumplir sus promesas.

Le animo a luchar con fuerza y determinación contra todas las formas endémicas de corrupción y especulación que incrementan la disparidad social, y a enfrentar las situaciones de gran inestabilidad y exclusión que siempre crean condiciones de pobreza inhumanas”, agregó.

Rajoelina se comprometió a mirar por los intereses de todos, en especial de los más pobres.

En este lugar y en este día confirmo mi voluntad y mi compromiso para reparar y reconstruir Madagascar”, señaló el mandatario.

Francisco se reunirá más tarde en el día con monjas y con los obispos del país antes de encabezar una vigilia nocturna con jóvenes.