Ayer domingo 30 de junio de 2019, mientras que por la mañana López Obrador daba el inicio formal de la Guardia Nacional para dar protección a los ciudadanos y para contribuir a arreglar el desastre de inseguridad y violencia en que dejaron al país Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña (los tres que andan muy contentos por el mundo -bailando, formando partidos, convocando a marchas-, sin manifestar ningún pesar por sus malos y corruptos gobiernos), a mediodía, la oposición raquítica, desorganizada, enloquecida y anegada de odio convocaba a una nueva marcha para denunciar al presidente, insultarlo y solicitar su renuncia.

Y mientras que el acto matutino resulta en cierta medida esperanzador, con posibilidades de éxito en el mediano y largo plazo, el otro ofreció el espectáculo de un fracaso más de la oposición anti-AMLO. Al grado de llegar a pelearse entre ellos en el Monumento a la Revolución, insultar a ciudadanos y youtuberos durante la mini marcha sobre la Avenida Reforma (y aun recurriendo a los golpes contra los últimos), y al paroxismo de expulsar a Vicente Fox de la manifestación en León, Guanajuato (marcha en la que se asume como convocante), como una buena broma digna de un personaje ido de sus meandros razonantes; entre otros estropicios.

Por lo mismo no hay oposición. Existe frustración de parte de un grupo que no digiere el triunfo del primero de julio de 2018, que ha sido afectado en sus privilegios, que discrimina y odia por su condición de clase, que no trabaja para lograr sus objetivos y que no acepta que quien sí trabaja incansablemente es López Obrador. De allí su altísimo grado de aprobación en las encuestas, que ronda el 75%, y de allí la celebración popular que tendrá en un Zócalo seguramente abarrotado este primero de julio de 2019, para celebrar el primer aniversario del triunfo que está permitiendo la posibilidad de un cambio en el país.

La Ciudad de México no deja de moverse. El sábado 29 marcharon los “gays”, que “trolearon” a Vicente Fernández con un lindo maquillaje. El domingo 30 marcharon los anti-AMLO y terminaron en pleito porque uno de ellos, disfrazado del presidente, quiso hacer una consulta a mano alzada. El lunes primero de julio será el turno de los simpatizantes pro AMLO, que son mayoría. Y celebrarán sin duda, y gritarán y bailarán.

Sólo espero que la parte de entretenimiento musical tenga cierto nivel de calidad y que no sea como ha dicho en variadas ocasiones López Obrador: gratuito, de manera voluntaria de parte de los artistas, porque éstos también, como los políticos, médicos, abogados y profesores, tienen que comer. Ya hablaremos de esto después de conocer el elenco y hacer una pequeña evaluación artística.

 

 

Fuente: SDP Noticias.