El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) fue demandado el mes pasado por los consorcios Constructora Terminal Valle de México y Cargi-Propen, que construían el edificio terminal y la pista 3 del cancelado aeropuerto de Texcoco (NAIM), porque no se concretó un acuerdo de terminación anticipada de contratos, aseguró su director, Gerardo Ferrando, quien prevé que a finales de julio quede resuelto el conflicto legal.

“Estamos en un proceso de acuerdo a la ley de obras y con todas las empresas lo hacemos en absoluta cordialidad. Dentro del proceso llegaron tiempos en donde algunas dijeron: si no demando acá me descobijo ante una eventualidad de que no lleguemos a un acuerdo, cuando los acuerdos ya los tenemos. Son tiempos jurídicos. Están en su derecho de hacerlo y eso no va a complicar nada”, comentó.

Entre las empresas que integran Constructora Terminal Valle de México están: Operadora CICSA, GIA, Prodemex, La Peninsular, ICA, Acciona y FCC. El monto de su contrato era de 84,828.3 millones de pesos y al cierre del 2018 el GACM les había pagado 8%, correspondiente al avance físico de 5%, como quedó al momento de la cancelación de la obra.

En tanto, Cargi-Propen (donde participan Operadora CICSA, GIA, Prodemex y La Peninsular) cerró el año pasado con un avance físico de 53% en la construcción de la pista 3 y el contrato que tenía con el GACM era por 8,328.8 millones de pesos, de los cuales ya había recibido 71 por ciento.

Dichos procesos son adicionales a los que informó anteriormente el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, y que iniciaron el año pasado porque las constructoras del edificio terminal no tuvieron en el tiempo estipulado el proyecto ejecutivo (esta medida también fue para protegerse por no poder entregar los trabajos en los tiempos establecidos y evitar sanciones).

Luego de asistir a la celebración del primer año del triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular del GACM dijo que aún quedan 40 contratos por resolver, aunque 14 de ellos se mantendrán vigentes para conservar la infraestructura existente.

¿Quienes demandaron no están de acuerdo con lo que les ofrecen pagar?

No, la demanda obedece a que no quieren que transcurra el tiempo sin que se agote su capacidad de defenderse. En realidad, estamos en pláticas, pero es una cuestión de formalidad que debían hacer. No es una situación para alarmarse, están en su derecho y no es nada que altere la cordialidad.

 

Fuente: El Economista.