La imagen de un bombero de Mato Grosso, Brasil, en una tierra arrasada por las llamas en la selva amazónica dando de beber a un sediento armadillo -el animal que Brasil eligió como mascota para su Copa del Mundo 2014- se hizo viral en las redes sociales.

Pedro Ribas Alves, quien trabaja en el área de especialización de incendios forestales, se encontró con el armadillo cuando realizaba un recorrido en un vehículo como parte de sus trabajos de recopilación de información para la lucha contra los incendios.

“Íbamos lentamente por la zona afectada y decidí parar. Ya había visto a alguien dándole agua a un armadillo con una garrafa térmica en YouTube. Tomé al armadillo, que no ofrecía resistencia, y le di agua”, explicó Ribas Alves a BBC Brasil.

“Cuando percibió el agua, quiso tomar y chupar de la boquilla, pero no tenía fuerzas. Así que pedí un vaso a un colega y le di agua”, añadió.

Su compañero fue quien registró el momento que compartió cientos de veces en redes sociales.

“Cuando me vio ayudando al armadillo, rápido comenzó a tomar las fotos”, dice el sargento de bomberos.

El sábado, cuando encontró al armadillo, trabajaba en Nova Mutum (a 269 km de Cuiabá), un lugar arrasado por un incendio que azotó 772 hectáreas.

“El incendio fue causado por problemas en la red eléctrica. Una empresa fue a realizar tareas de mantenimiento, encendió la energía, pero un corto inició el fuego”, explica.

Días después de que su foto se hiciera viral, el bombero criticó que fuera usada para criticar al presidente Bolsonaro, del que dijo ser votante.

“Me molestó que la foto se usara para criticar al presidente, esa nunca fue mi intención (…). La imagen fue sacada de contexto (…). Ese incendio no tiene nada que ver con la deforestación ilegal”.

Los datos satelitales del estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) indicaron que, entre enero y el 21 de agosto, Brasil registró 75.336 focos de incendio, un incremento de 84% frente al mismo período de 2018. Más de la mitad de estos siniestros (52.6%) están en la región amazónica.

 

Fuente:El Milenio