Tu móvil o tablet viene con unas cuantas aplicaciones preinstaladas. Algunas de ellas son obligatorias, pues los fabricantes que quieren incluir los servicios de Google se comprometen a incluir una serie de aplicaciones, pero otras provienen de acuerdos con terceras partes o porque pensaron que serían útiles.

El problema es que algunas de estas aplicaciones preinstaladas podrían no ser de tu interés, y no siempre las puedes desinstalar sin más. Cuando esto sucede, se las denomina bloatware, un término que en este caso se usa para nombrar las aplicaciones preinsatladas que hacen el sistema más pesado, sin aportar gran cosa.

¿Qué es el bloatware?

En Android hemos heredado el término bloatware del PC, aunque su significado es ligeramente distinto. En PC, se llama bloatware al software enormemente pesado (bloatware significa literalmente software hinchado), que podría estar preinstalado o no. Sería el caso típico de la enorme suite antivirus preinstalada en tu PC, o de otras soluciones todo-en-uno como fue en su día Nero Multimedia Suite.

Mientras que en tu nuevo PC o portátil con Windows en una tarde podías librarte de gran parte del bloatware a base de desinstalar aplicaciones, en Android la solución no es tan sencilla, pues algunas aplicaciones son en teoría imposibles de desinstalar. He aquí el mayor problema, pues además en Android es muy común andar escaso de espacio disponible, especialmente en terminales de gama baja y media.

Cómo eliminar estas aplicaciones preinstaladas

Así que te has comprado un nuevo teléfono y viene de fábrica con un puñado de aplicaciones que no te interesan lo más mínimo. No te desesperes, hay varias cosas que puedes hacer: unas requieren de permisos root, otras no.

1. Desinstala normalmente

Solo porque una aplicación esté preinstalada en tu móvil o tablet no quiere decir que sea imposible de desinstalar. En algunos casos, afortunadamente, son aplicaciones instaladas de forma tradicional, de modo que las puedes desinstalar normalmente.

La forma más fácil de comprobar si es tu caso es hacer una pulsación prolongada y ver si te aparece la opción de desinstalar (si es así como funciona en tu lanzador). Si no, ve a Ajustes – Aplicaciones, busca la aplicación en cuestión y mira si dispone del botón Desinstalar en su pantalla de información.

Si el botón es Desinstalar en vez de Desactivar, puedes librarte de la aplicación para siempre, sin más.

2. Desactiva / deshabilita

Para las aplicaciones preinstaladas que no puedes desinstalar normalmente (que, desgraciadamente, es lo más común), tu mejor arma sin entrar en el territorio root es la deshabilitación. Una aplicación deshabilitada sigue estando en el sistema, pero no la ves en el lanzador, no se abre y ocupa menos espacio.

Una aplicación deshabilitada sigue estando físicamente en el sistema y ocupando algo del espacio disponible, pero es más reducido pues es el tamaño del APK incluido en el sistema, sin contar las posteriores actualizaciones y datos, que en algunos casos pueden ser de varios cientos de megas.

Para deshabilitar una aplicación ve a Ajustes – Aplicaciones, busca la aplicación que quieres desactivar y pulsa el botón Desactivar. Esto, generalmente, implica desinstalar las actualizaciones que se hayan instalado posteriormente. A veces Android se lía y, tras desinstalar las actualizaciones debes pulsar el botón de nuevo.

Deshabilitar aplicaciones no es la forma definitiva de librarte del bloatware pero por lo menos es la solución más sencilla para obtener un resultado aceptable, sin necesidad de hacer root o nada fuera de lo normal. A cambio lograrás parar esas aplicaciones para que no se ejecuten, pero recuperarás menos espacio disponible que desinstalándolas por completo.

3. Desinstala con root

Si quieres eliminar esas aplicaciones preinstaladas para siempre, tengo una buena y una mala noticia. La buena es que es posible, y la mala es que necesitas tener tu teléfono rooteado. Desinstalar aplicaciones es, de hecho, una de las ventajas más interesantes de tener root.

No puedo guiarte paso a paso sobre qué método usar para rootear tu dispositivo, aunque seguro que en los foros de XDA lograrás encontrar la información. Generalmente no te recomendaría rootear tu teléfono solo para desinstalar aplicaciones, aunque al final eres tú quien debes decidir entre los pros y los contras de usar root y si te merece la pena. Si no usas Android Pay u otras aplicaciones bloqueadas en teléfonos root, probablemente sí.

Una vez tengas acceso root, encontrar una aplicación para desinstalar aplicaciones “a la fuerza” no te costará mucho. Hay una buena cantidad de ellas. Root Uninstaller es una de las más veteranas y populares, pero la versión gratuita solo te permite desinstalar tres aplicaciones. Una opción gratuita es System App Remover.

Para las aplicaciones preinstaladas que no puedes desinstalar normalmente (que, desgraciadamente, es lo más común), tu mejor arma sin entrar en el territorio root es la deshabilitación. Una aplicación deshabilitada sigue estando en el sistema, pero no la ves en el lanzador, no se abre y ocupa menos espacio.

Una aplicación deshabilitada sigue estando físicamente en el sistema y ocupando algo del espacio disponible, pero es más reducido pues es el tamaño del APK incluido en el sistema, sin contar las posteriores actualizaciones y datos, que en algunos casos pueden ser de varios cientos de megas.

Para deshabilitar una aplicación ve a Ajustes – Aplicaciones, busca la aplicación que quieres desactivar y pulsa el botón Desactivar. Esto, generalmente, implica desinstalar las actualizaciones que se hayan instalado posteriormente. A veces Android se lía y, tras desinstalar las actualizaciones debes pulsar el botón de nuevo.

Deshabilitar aplicaciones no es la forma definitiva de librarte del bloatware pero por lo menos es la solución más sencilla para obtener un resultado aceptable, sin necesidad de hacer root o nada fuera de lo normal. A cambio lograrás parar esas aplicaciones para que no se ejecuten, pero recuperarás menos espacio disponible que desinstalándolas por completo.

3. Desinstala con root

Si quieres eliminar esas aplicaciones preinstaladas para siempre, tengo una buena y una mala noticia. La buena es que es posible, y la mala es que necesitas tener tu teléfono rooteado. Desinstalar aplicaciones es, de hecho, una de las ventajas más interesantes de tener root.

No puedo guiarte paso a paso sobre qué método usar para rootear tu dispositivo, aunque seguro que en los foros de XDA lograrás encontrar la información. Generalmente no te recomendaría rootear tu teléfono solo para desinstalar aplicaciones, aunque al final eres tú quien debes decidir entre los pros y los contras de usar root y si te merece la pena. Si no usas Android Pay u otras aplicaciones bloqueadas en teléfonos root, probablemente sí.

Una vez tengas acceso root, encontrar una aplicación para desinstalar aplicaciones “a la fuerza” no te costará mucho. Hay una buena cantidad de ellas. Root Uninstaller es una de las más veteranas y populares, pero la versión gratuita solo te permite desinstalar tres aplicaciones. Una opción gratuita es System App Remover.

Intenta no emocionarte desinstalando más de la cuenta, pues podrías volver al sistema inestable si eliminas una aplicación clave para la capa de personalización. Con aplicaciones presinstaladas que están en Google Play generalmente puedes ser más descuidado, pues siempre las puedes volver a instalar fácilmente.

En caso de duda, mejor no desinstalar. Una búsqueda en Google de “es necesaria la aplicación + nombre” seguro que te arrojará buenos resultados, y otra técnica interesante es probar a deshabilitar primeropara detectar si hay cierres inesperados o todo funciona con normalidad.