La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma a la Ley de Hidrocarburos, que incluye la cancelación de permisos a las empresas expendedoras de gasolinas que vendan combustibles robados o de contrabando.

El dictamen se aprobó con 292 votos de Morena y sus aliados, mientras se registraron 153 en contra de PAN, PRI, PRD, MC y de los diputados Hugo Rafael Ruiz Lustre de Morena y Alba Silvia García del PES. La bancada del PVEM votó en su mayoría en abstención.

Morena defendió la reforma y rechazó que la atribución para intervenir las instalaciones de comercialización o almacenamiento de combustibles implique “expropiación”.

Probablemente, ironizó, la reforma hará daño a algunos. “¿A quién? A los que violan la ley, a los tramposos, a los que dan litros que no son de a litro, a los que contrabandean hidrocarburos, a los que engañan al fisco, le toman el pelo al país entero, incluidos a los de la oposición que tanto los defienden”.

“La Cofece nos pide que no expidamos esta ley, está aceptando que la mayoría de los que venden gasolina son unos rateros que van a ser clausurados, por eso se preocupa por esta ley. Ya no se trata de poner una multa sino de quitarle el permiso, para que les duela, porque mientras siga dando litros de 900 ¡les importa madre, pagan la multa, gana mucho más”.

En contraste, diputados de PRI, PAN, PRD y MC -que votaron en contra- expresaron por separado que la reforma afectará a los consumidores. Incluso señalaron que se anticipa una “lluvia de amparos” como la que ocurrió contra los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica.

La reforma no incrementará la producción de gasolina, petróleo y gas natural y la redacción final “no cumple la constitución y es un acto de responsabilidad parlamentaria, hay que votarlo en contra. Se impondrá la sinrazón. Tendrán los votos, pero no tienen la razón”.

Información de La Jornada