Rusia comenzó con las pruebas clínicas de la vacuna contra el coronavirus, Sputnik V, en enfermos de cáncer, así lo anunció hoy Alexandr Gintsburg, director del Centro Gamaleya, quien sostuvo que este proceso se está haciendo “de manera separada” a otras investigaciones que se aplican con la dosis.

La etapa de análisis de la vacuna Sputnik V se suma a otros procesos indagatorios que se están haciendo con otras inoculaciones contra el covid-19, donde se están viendo su permanecía, otros beneficios y la forma en que hacen frente a otras variantes de la pandemia.

El científico subrayó que “en estos momentos no existe ninguna enfermedad oncológica que pudiera estar contraindicada contra esa vacuna. La única excepción son aquellos casos cuando el enfermo se encuentra bajo quimioterapia y toma fármacos que impiden la multiplicación de las células”.

En dichos casos, precisó, “la vacuna no le hace nada malo, pero al mismo tiempo no se alcanza el efecto (deseado) de la vacunación”.Gintsburg también desaconsejó el empleo de la vacuna Sputnik V en el caso de las personas que sufran complicaciones alérgicas graves.

El Centro Gamaleya colabora en el estudio de los efectos de la vacuna en los enfermos de cáncer con el principal oncólogo del Ministerio de Sanidad, Andréi Kaprin.

El científico destacó que Sputnik V ha demostrado “la misma efectividad” en todos los segmentos de edad, incluido los mayores de 60 años.”Entre los 4-6 preparados (contra el coronavirus) que hay en el mundo (…), por lo que vemos, Sputnik V ocupa, por sus cualidades, el primer lugar”, resaltó.

Además, consideró que aquellas personas que ya contrajeron el virus, pero tienen pocos anticuerpos, deberían vacunarse igual que los que nunca han resultado infectados.

“La duración de los efectos (inmunológicos) de esta vacuna serán muy prolongados. Esperamos que sean dos años o más”, agregó.Rusia ha sumado otras vacunas contra el covid-19 a su lista de fármacos, como son EpiVacCorona y CoviVac, aunque es con Sputnik V que el país ha alcanzado acuerdos, registrándose en 50 países, con una población de más de mil 300 millones de personas.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) inició la semana pasada el proceso de evaluación de Sputnik V, un paso que debería conducir a una licencia para su uso en territorio de la Unión Europea (UE).

El Fondo de Inversiones Directas Ruso ha firmado contratos con una decena de farmacéuticas de Brasil, China, Irán, Serbia o Corea del Sur para la producción en el exterior de una mil 400 millones de dosis y, según la prensa, hay conversaciones en marcha con el mismo fin con países europeos.

Información de Milenio