Saeb Erekat, una de las caras más conocidas internacionalmente de la causa palestina, murió el martes a los 65 años, días después de haber dado positivo por coronavirus, dejando a los palestinos huérfanos de un “gran combatiente” por la paz.

Erakat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), sufría fibrosis pulmonar y se había sometido a un trasplante de pulmón. Había sido internado en estado muy grave en el hospital israelí Hadassah de Jerusalén el 18 de octubre.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, calificó su muerte de “inmensa pérdida” de un “gran combatiente” para los palestinos.

“La partida de un hermano, de un amigo, de un gran luchador (…) Es una inmensa pérdida para Palestina y para los palestinos. Estamos profundamente tristes”, dijo Abas en un comunicado.

El hospital israelí de Jerusalén, que confirmó su muerte y envió un mensaje de pésame a los palestinos, había recibido a Erekat, a petición de las autoridades palestinas, y calificó desde el principio su cuadro médico de “desafío”, debido a sus problemas pulmonares.

“Llegó en un estado grave, necesitaba asistencia respiratoria y mucho oxígeno”, dijo el hospital.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, expresó en un comunicado su “tristeza”, y afirmó que la desaparición de Erekat supone “una gran pérdida para el pueblo palestino y para el proceso de paz en Medio Oriente”.

La exnegociadora israelí Tzipi Livni presentó sus condolencias “a los palestinos y a la familia” de Erekat. “Saeb dedicó su vida a su pueblo. Estando enfermo, me escribió: ‘no he terminado aquello para lo que había nacido'”, relató Livni en Twitter.

Su fallecimiento generó también mensajes de condolencias del emisario de la ONU para Medio Oriente, así como de Egipto, Alemania y del movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza.

Erekat, conocido como “Doctor Saeb”, fue uno de los rostros palestinos más conocidos internacionalmente por haber participado en las negociaciones de paz en los últimos años.

Vivía en la ciudad palestina de Jericó, en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

Era uno de los más cercanos colaboradores de Abas, de 85 años, y a menudo se le presentó como uno de sus potenciales sucesores.

Erekat había criticado la reciente normalización de las relaciones entre Israel y varios países árabes, ya que fueron pactos que no esperaron un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.

En una reunión en video en agosto pasado con periodistas, entre ellos de la AFP, había criticado esta normalización que, según decía, “socava la posibilidad de la paz” israelo-palestina y “refuerza a los extremistas” de ambos lados.

Una vez enfermo, su traslado desde su domicilio en Jericó a un hospital israelí provocó críticas de manifestantes en Israel que se preguntaban por qué el Estado hebreo aceptaba cuidar, según ellos, a un “enemigo” palestino.

En Cisjordania, donde viven casi tres millones de palestinos, se han registrado más de 50 mil casos de coronavirus y 480 muertes. En Gaza, territorio palestino separado de Cisjordania y controlado por el movimiento islamista Hamás, se han contabilizado más de 8 mil 700 casos y unas 40 muertes en una población que ronda los dos millones de habitantes. 

Información de El Universal.