Por Mar Morales

 

 Ya nos hemos hecho el buen hábito de estar atentos al ordenador los martes y los jueves a las diez de la mañana para deleitarnos con los Foros virtuales que organizan los Tiburones Inmobiliarios, moderados por presidente, anfitrión y “tiburón mayor”: Tony Hanna.

Y es que en cada foro gratuito (y no solo gratuito: siempre tienen atractivos premios para los espectadores) aprendemos, nos reímos, y resolvemos muchas dudas sobre un sinfín de temas, algo vital ahora que la incertidumbre es el tenor ante la pandemia que trae de cabeza al mundo.

El foro del pasado martes 5 de mayo no tuvo desperdicio. Los invitados, arquitectos de talla internacional, nos deleitaron con un amplísimo recorrido sobre lo que será el futuro de la arquitectura, las oficinas, las casas y los espacios vitales después de ese enemigo que está azotando a casi todo el mundo: el covid-19.

Imagínese usted qué importante escuchar el punto de vista de artistas de la talla de Arturo y Jorge Arditti, creadores entre otras cosas del Museo  Memoria y Tolerancia y herederos del talento de don Mauricio Arditti, fallecido en 2016, pero cuyo legado permanece en la memoria de todos nosotros.

Y qué me dicen de Juan Ignacio Aranguren, director en América Latina de la firma Zaha Hadid. Pensar en ese despacho de arquitectura es ver el arte en todo su esplendor con proyectos millonarios e innovadores como los que están en la ciudad de México, específicamente en Santa Fe.

El otro speaker, Jairo Vives, de la firma   Pininfarina y residente en Estados Unidos, quien nos hizo viajar con la mente imaginando autos del futuro, ciudades inteligentes, edificios vanguardistas y formas de vida hasta hace poco impensables..

¿Por qué me extiendo en hablar de los panelistas?

Porque no conocer su trayectoria y su obra dificultará entender lo dicho en el foro virtual, cuya temática se basó en los siguientes ejes: 

a)Situación Actual de la Arquitectura en el Mundo en tiempos de la pandemia

b) Futuro de las grandes ciudades y formas de vida de sus habitantes

c) Los cambios inminentes de las casas y oficinas tras la pandemia

d) ¿El Home Office llegó para quedarse?

 Respecto al primer punto las opiniones coincidieron casi en su totalidad: el mundo está detenido y las obras arquitectónicas no son la excepción, lo cual no impide, como dijo Jorge Arditti, que se siga trabajando “en el papel”, trazando proyectos para poder llevarlos a cabo al término de la pandemia.

¿Y el futuro de la ciudades después del coronavirus?

Fue Arturo Arditti quien dio la pauta a la reflexión: Tenemos que esperar a que surja una vacuna, o una cura rápida y definitiva a la enfermedad para saber cómo nos vamos a adaptar al nuevo ritmo de vida, que sin duda será más precavido, más higiénico, más sano.

La arquitectura deberá reinventarse para reutilizar los espacios que actualmente existen y adaptarse a una nueva forma de vida, donde la convivencia será por fuerza distinta y quizá esa “sana distancia” que nos repiten hoy como mantra será adoptada en forma definitiva por cada uno de nosotros en todos los ámbitos de nuestra vida.

BANQUETAS MÁS ANCHAS, CALLES MÁS TRANSITABLES…

En este punto coincidieron todos y fue Juan Ignacio Aranguren quien enfatizó la importancia de reacomodar el espacio público para que la cercanía con extraños nos mantenga a salvo de algún contagio.

Jairo Vives fue más allá y habló de túneles de desinfección en aeropuertos para evitar propagación de cualquier virus.

Con una visión absolutamente futurista, Jairo habló de certificados de salud que portarán todas las personas. “La tecnología ya forma parte de nuestra vida”, dijo, y llegará un momento en que nuestros teléfonos emitan una alerta donde hay zonas de infección que pongan en peligro nuestra salud y nuestra vida.

Respecto a la importancia de la salud y bienestar, Jorge Arditti insistió que deberá ser necesario contar con certificados de salud para transitar libremente.

OFICINAS CON NUEVAS FORMAS Y ORIENTACIÓN DE ESPACIOS

Lo anterior nos lleva a un punto medular: las oficinas no serán las mismas, con empleados sentados muy cerca uno del otro  y poca movilidad. Ahora se podrá, incluso se deberá manejar, en la medida de lo posible, la asistencia escalonada del personal, donde algunos asistan un día y otros trabajen desde casa. Esta modalidad ya se está viendo en Europa, principalmente en las escuelas, donde los niños van regresando a clases por partes para no saturar los salones.

Pero hay algo que debe ser básico: la calidad de aire que se respira. Jorge Arditti habló empresas que deberán contar con purificadores incluidos en los aires acondicionados para impedir que los virus se propaguen.

¿Y EL HOME OFFICE? ¿COMO FORMA DE TRABAJO PERMANENTE?

Es probable, casi deseable que así sea, coincidieron. Nos estamos acostumbrando a usar la tecnología a nuestro favor, podemos bien manejar negocios por teléfono, trabajar desde un ordenador y ser productivos desde casa, las cuales deben modificarse con amplias terrazas y mayores comodidades, como bien hizo saber Arturo Arditti y cuya idea respaldó Jorge Arditti: las terrazas como forma de vida, pero terrazas amplias que permitan que las personas gocen de una mejor calidad de aire.

Es momento, dijo, de tomar conciencia y educación de valorar la naturaleza, volvernos más “verdes”, más ecológicos, porque lo que pasa, en parte, se debe a ese abuso que ha tenido el hombre con la naturaleza.

¿No imaginamos que después de esta emergencia sanitaria tendremos mejor calidad de vida, mejores espacios para trabajar y vivir, mejores calles para transitar? Definitivamente sí y fueron los expertos, los arquitectos quienes desde esa plataforma nos hicieron visualizar unas ciudades más bellas, unas casas más cómodas, unos espacios públicos más sanos.

Qué importante será que todo esto se lleve a cabo. De ser así, estaremos convencidos que el terrible paso del covid-19 por este mundo no solo dejó enfermedad, tragedia y muerte, sino que nos sirvió para desear y luchar por una mejor forma de vida a nivel mundial.