Para salir de la pobreza en Sudáfrica y Brasil deben pasar al menos nueve generaciones.

Mientras que en Dinamarca, el mismo proceso sólo toma dos.

Esto quedó registrado en un documento difundido en el Foro Económico Mundial en Davos,  Suiza, que concluye mañana.

El estudio sobre la movilidad social define este proceso como la capacidad de un niño para tener una mejor calidad de vida que la de sus padres.

El documento alerta que las desigualdades han aumentado, incluso en países que han experimentado un rápido crecimiento.

La baja movilidad social perpetúa y exacerba las desigualdades que sufren grupos históricamente desfavorecidos.

En Suecia, Noruega y Finlandia, el proceso es de tres generaciones. En España, Australia, Canadá y Japón es de cuatro.

Fuente: excelsior.