Pese a que se han reforzado las medidas de seguridad en los complejos habitacionales militares, casi la mitad de las familias que vivían en la Unidad Habitacional Militar de Culiacán se han ido luego del enfrentamiento fallido para capturar a Ovidio Guzmán López, por temor a represalias.

 En dicha unidad habitaban por lo menos 140 familias alojadas en 16 edificios localizados en la colonia 21 de Marzo, al sur de la ciudad, protegidos sólo por una barda y un enrejado en el acceso principal.

El pasado 18 de octubre, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reconoció que los integrantes del crimen organizado habían atacado la Unidad Habitacional Militar, al igual que las instalaciones de la Novena Zona Militar.

Para lograrlo, sometieron a las personas que se encontraban en la entrada; un guardia de seguridad y un elemento que se hallaba de descanso, posteriormente efectuaron disparos y amenazaron a las familias.

Luego del ataque, algunas personas se fueron a viviendas de familiares o amigos en otros puntos de la ciudad, y en los siguientes días otros se marcharon de manera definitiva. Hasta el momento se han ido unas 60 familias.

Tras el operativo del pasado 17 de octubre se apreciaron algunos elementos militares afuera de la Unidad Habitacional, pero ahora luce un poco más tranquila.

Dentro del complejo también se encuentran algunas oficinas administrativas y una sucursal bancaria, las cuales siguen funcionando con normalidad.

Refuerzan seguridad en Sonora

En Hermosillo, capital de Sonora, ubicada a 700 kilómetros de Culiacán, convoyes del Ejército mexicano refuerzan la seguridad en las unidades habitacionales donde residen las familias de los soldados adscritos a la 4ta Zona Militar.

Lo mismo ocurre en la ciudad fronteriza de Nogales y en Guaymas.

Además de en los lugares que habitan familias de soldados, se implementó un operativo especial de vigilancia en los límites de Sonora y Sinaloa.

 “CULIACÁN FUE UN PARTEAGUAS”

El enfrentamiento del pasado 17 de octubre pone en evidencia el riesgo latente que viven los familiares de militares: especialista.

Los hechos en Culiacán, aunque especialmente las amenazas en contra de las familias de soldados, “se convirtieron en un parteaguas para ponerle más atención al riesgo que siempre ha sido latente en contra de las familias de militares”, dijo Juan Ibarrola, especialista en temas de las Fuerzas Armadas. Y subrayó: “Ahora, a proteger a las familias que se suponen estaban protegidas”.

Excélsior publicó ayer información sobre el incremento de seguridad para las familias de militares y una eventual reubicación de éstas, adoptada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a raíz de los hechos del jueves 17 de octubre en un operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán.

Sobre esas acciones, Ibarrola dijo: “puedo confirmar que ya todas las unidades habitacionales del país están protegidas”.

Consultado sobre cuál es su expectativa respecto a la comparecencia de hoy del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, y el informe minuto a minuto que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecerá mañana, sobre los hechos en Culiacán, Ibarrola dijo:

“La comparecencia del secretario de Seguridad Ciudadana, no por el doctor Durazo, sino por el Congreso, va a ser como unas vacaciones preciosas. Estuve el otro día en una comparecencia y hasta los diputados se salen. No veo que pueda haber algo en la comparecencia, más bien la veo como una protección. Sobre lo que vaya a decir el presidente mañana, amén de la cronología, debería haber un responsable y ojalá no se busque culpar a los militares con esto, si no qué queda después”.

Destacó que las medidas de prevención en las instalaciones militares, como se adelantó en este diario, “nunca están de más. ¡Qué bueno que se toman esas medidas!”.

Comentó que es una realidad que “las 48 Zonas Militares que existen en la país, muchas quedaron rodeadas por una mancha urbana y también las unidades habitacionales, como bien lo dice la nota, son instalaciones estratégicas y, por eso, se busca modificar en lo posible esa situación”.

Consideró que las familias militares son”muy sufridas”, ya que deben cambiar constantemente el lugar en donde viven para no generar arraigo ni visibilidad.

No obstante, Juan Ibarrola consideró:

“Por otro lado, veo muy difícil que los criminales quieren atacar a un familiar de militares, porque no podría haber ningún pretexto para ir por ellos, ir en contra de ellos, porque ya estarían atacando a gente inocente, las familias de los militares. Al contrario, ven en el trabajo de sus esposos y esposas algo bueno, algo positivo, porque están tratando de hacer cumplir la ley y que con ese trabajo se proteja a los mexicanos.

Sobre la seguridad en las nuevas unidades habitacionales militares, Ibarrola mencionó que están alejadas de las manchas urbanas y ahí se tiene una mayor visión y control de cualquier eventualidad. “Sin embargo, quedan muchas que no están en esas circunstancias y hay que protegerlas”.

Insistió en que ve difícil que un grupo delincuencial quiera atentar en contra las familias de militares.

—¿Pero ya sucedió?

—Sí, ya se tiene el ejemplo de Culiacán. Afortunadamente, quedó en la terrible tarde y día que vivieron las familia de militares de Culiacán, pero afortunadamente, no hubo lesionados ni gente muerta de las familias militares.

“Como amenaza está y hay que atenderlo, que ya se está empezando a dar desde el primer minuto que se comprendió esta circunstancia. Ahora vendría la parte de reubicación de estas familias. No existen el día de hoy las instalaciones para reubicarlas, en algunos lugares se están construyendo Zonas Militares nuevas, fuera de la mancha urbana, unidades habitacionales que estén dentro de esas Zonas Militares justamente para que tengan mayor protección, pero falta todavía, se habla de reubicarlos en casas y cosas así, y ahí se atraviesa el tema presupuestal, que tanto se puede lograr este objetivo”, dijo.

VIGILAN EN COAHUILA

SALTILLO.— En Coahuila, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene un operativo discreto en las zonas habitacionales donde viven familiares de militares.

En el 69 Batallón de Infantería destacamentado en Saltillo, ubicado al sur de la ciudad, los militares se mantienen a la entrada del inmueble, manteniendo la vigilancia normal, y las personas ajenas que ingresan deben de estar debidamente identificadas.

Mientras tanto, las autoridades estatales implementaron medidas de seguridad en en vías terrestres y vigilancia aérea.

 “FAMILIARES SON VÍCTIMAS COLATERALES”

Las familias de los militares también están siendo “víctimas” colaterales de la estrategia de seguridad del gobierno federal, como el fallido operativo del 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, por lo que se debe garantizar su seguridad y la de todo el país, exigió la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.

“Madres y padres, cónyuges, hijas e hijos de las y los integrantes del Ejército mexicano pueden ser, ahora, blanco fácil de la delincuencia que ya encontró la ruta para extorsionar al gobierno, dijo Verónica Juárez Piña, líder del grupo parlamentario del PRD en San Lázaro.

NO TIENEN DINERO PARA REUBICARLOS

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) carece, por el momento, de recursos económicos para reubicar a las familias del personal adscrito a la Novena Zona Militar, con sede en Culiacán, Sinaloa, indicaron fuentes de la dependencia.

Se señaló que no hay un plan para reubicar a las familias instaladas en los conjuntos habitacionales.

Se explicó que, tras la amenaza al cuartel de Culiacán, se permitió que las familias que voluntariamente se quisieran retirar, lo hicieran.

Fuente: Excelsior.