Más de medio millón de personas se manifestaron ayer en Barcelona, durante una huelga general convocada por los separatistas catalanes en la quinta jornada de protestas contra las penas de cárcel impuestas a sus líderes.

La huelga quedó marcada por enfrentamientos entre los quejosos y agentes de seguridad. Por cinco días consecutivos hubo choques que dejaron, hasta el cierre de esta edición, 475 lesionados.

La ciudad quedó paralizada. En el aeropuerto se cancelaron 57 vuelos y numerosas carreteras fueron bloqueadas, entre ellas la frontera terrestre con Francia.

Según la policía municipal, la marcha reunió a más de 525 mil personas.

El ambiente festivo contrastaba con otra protesta de cientos de jóvenes a pocas calles, donde se quemaron barricadas y lanzaron objetos contra el cordón que custodiaba la sede de la Policía Nacional.

Los agentes usaron pelotas de goma y gases lacrimógenos y detuvieron a cuatro manifestantes, todos menores, señaló un portavoz policial.

Cinco marchas de un centenar de kilómetros salieron el miércoles de diferentes puntos de la región y se encontraron ayer en el centro de Barcelona.

ACUSAN DESDÉN A LÍDERES CATALANES

El gobierno español dice que quiere solucionar la crisis sobre Cataluña, pero sólo se sienta a dialogar con representantes de otros partidos y no con un líder catalán, afirmó Lleïr Daban Hurtós, delegado del gobierno de Cataluña en México.

En entrevista con Excélsior, señaló que “la solución a este error histórico que está ocurriendo en España es muy simple: que otorguen la amnistía de los presos políticos y los exiliados, el diálogo y el derecho a decidir.

No se trata de chocar, se trata de una cuestión de respetar la libre decisión.

“Los líderes independentistas están juzgados por los hechos que ocurrieron en 2017 (el referéndum separatista), dos Jordis, líderes pacifistas y democráticos, que han estado dos años en prisión, acusados de rebelión, pero no pueden juzgarlos por llamar a un referéndum porque el Código Penal ya no contempla ello, se les juzga por crear manifestaciones y que la gente decida democráticamente eso”, subrayó Lleïr Daban Hurtós.

Los hechos de violencia desatados desde hace cinco días por grupos minoritarios de infiltrados son condenados por el gobierno catalán, pero destacan que son minoría, comparados con quienes defienden la independencia de manera empática, dijo a este diario.

Agregó que la evidencia de que están dispuestos a sostener el diálogo con el gobierno central español es que el líder independentista Carles Puigdemont, sobre quien pesa una petición de extradición, se presentó ante un juzgado belga a declarar y lo dejaron libre.

Fuente: Excelsior.