El Gobierno de Ecuador está ofreciendo aumentar los pagos de los beneficios sociales en conversaciones con sindicatos y grupos indígenas que apuntan a poner fin a las violentas protestas que azotan a la nación, dijo este jueves el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana del país, José Valencia.

A principios de esta semana, el Gobierno se trasladó a la ciudad portuaria de Guayaquil, en medio de disturbios masivos provocados por su decisión de poner fin a los subsidios al combustible. Las medidas propuestas mitigarían el impacto del aumento de los precios del combustible, explicó el funcionario en una entrevista realizada en su oficina en Quito.

Además de aumentar un pago mensual a los ecuatorianos más pobres, el Gobierno también considera medidas para ayudar a los agricultores a transportar sus productos al mercado y otras formas de brindar apoyo a los trabajadores de dicho sector, indicó Valencia.

“La buena noticia es que, a partir del martes, el Gobierno comenzó sus conversaciones con líderes de organizaciones indígenas y sindicatos para encontrar una salida pacífica y negociada a esta situación. Estamos hablando de medidas que el Gobierno podría implementar para disminuir el impacto inmediato de la eliminación de los subsidios al petróleo”, reafirmó.

La decisión que tomó el presidente Lenín Moreno la semana pasada de poner fin al programa de gasolina y diésel fue bien recibida por el Fondo Monetario Internacional, porque ayuda a reducir el déficit presupuestario del Gobierno.

Los subsidios a los combustibles le significan a Ecuador mil 400 millones de dólares por año, y Valencia indicó que está preparado para reasignar parte de este recurso a programas para ayudar a los ecuatorianos más pobres.

Aunque declinó decir cuál sería el costo de los programas, Valencia sostuvo que la ganancia fiscal neta para el Gobierno “definitivamente” sería de más de mil millones de dólares al año.

Moreno regresó el miércoles brevemente a la capital, donde se cerraron muchos negocios durante una huelga general. Manifestantes enmascarados armados con piedras y trozos de madera se enfrentaron en el centro de la ciudad a las fuerzas de seguridad y exigieron la renuncia del presidente. Los paramédicos agitaban banderas blancas por temor a ser atacados.

Las fuerzas de seguridad han retomado todos los campos petroleros que habían sido ocupados por los manifestantes, agregó Valencia. Sin embargo, el déficit en la producción de petróleo llevó a Petroecuador a cerrar su oleoducto SOTE, que transporta combustible desde zonas de la Amazonia hasta un puerto en el Océano Pacífico.

Valencia apuntó que el Gobierno está preocupado por la situación en las tierras altas, donde el terreno montañoso hace que sea muy fácil aislar zonas formando barricadas en las carreteras. La policía puede retirar una barricada y poco después ver aparecer otra a unos pocos kilómetros de distancia, sostuvo.

Los bonos soberanos del país redujeron sus pérdidas el miércoles, luego de caer el día anterior. Los bonos en dólares con vencimiento en 2028 del gobierno se recuperaron, lo que hizo que el rendimiento disminuyera 0.1 de punto porcentual, a 9.43 por ciento.

El expresidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó que no tienen sentido las acusaciones de que está aliado con el presidente venezolano Nicolás Maduro para desestabilizar al Gobierno de Ecuador.

Correa hizo un llamado a nuevas elecciones para resolver la crisis. Su sucesor, Lenín Moreno, lo acusa de tratar de fomentar un golpe de Estado.

“Puede decir lo que sea, pero esto es irracional, es ridículo”, apuntó Correa.

El expresidente ecuatoriano, quien se instaló en Bélgica tras dejar el cargo en 2018, enfrenta órdenes de arresto emitidas el año pasado en el país por presunta corrupción.

El exmandatario dijo que la solución es muy clara: llamar una elección anticipada en el caso de una crisis política muy fuerte o agitación social. “Exactamente la situación que tenemos ahora”.

Fuente: El financiero.