El Congreso de Veracruz ha separado de su cargo al fiscal estatal, Jorge Winckler, por carecer de “certificación” para ejercer su cargo. Al menos eso han alegado los diputados de la bancada mayoritaria, dominada por Morena: Winckler ya no es apto para el puesto. Pero los motivos del Congreso podrían trascender un simple certificado. El fiscal y el gobernador, Cuitláhuac García, también de Morena, mantienen un agudo enfrentamiento desde hace meses, antes incluso de que García iniciara su mandato. Los ataques de uno y otro lado han sido constantes, aprovechando incluso la situación de violencia que vive el Estado.

Tras conocer la votación en el Congreso, Winckler ha lanzado un comunicado a través del Twitter de la fiscalía: “Es a todas luces ilegal, violatoria de la Constitución de Veracruz, así como de la Ley Orgánica de la Fiscalía. Asimismo, viola una Suspensión Definitiva vigente, que prohíbe destituir al fiscal general a través de mecanismos no contemplados en la ley al momento de su designación. Además de una arbitrariedad, constituye un delito federal”.

Todo ha ocurrido por sorpresa este martes. Ante el movimiento de Morena, la bancada del PAN ha entrado en cólera hasta el punto que apenas se ha podido leer el acuerdo. Posteriormente, diputados del PAN han acudido a la sede de la fiscalía, en Xalapa, a tratar de evitar la salida de Winckler. Fue uno de los suyos, el anterior gobernador, Miguel Ángel Yunes, quien propuso su nombramiento al Congreso en diciembre de 2016. Con los votos del PRI, el PAN y el PRD, Winckler fue elegido por un periodo de nueve años, es decir, hasta 2025.

La victoria de García en las elecciones del año pasado abortó los planes del fiscal. Enfrentados desde su nombramiento, García ha criticado cada movimiento del fiscal y no ha cejado en su intento por destituirle. Este año, su Gobierno le denunció ante la Fiscalía General de la República por ocultar presuntamente órdenes de captura contra delincuentes. En julio, Winckler dijo que la denuncia era “una cortina de humo” para despistar sobre una presunta compra fraudulenta de vehículos policiales por parte del Gobierno del Estado. La semana pasada, el gobernador atacó duramente al fiscal a raíz de un ataque criminal a los clientes de un bar en Coatzacoalcos, en el sur de la entidad. 30 personas murieron. Por redes sociales, García identificó al presunto líder de los atacantes y dijo que la fiscal lo había capturado y luego liberado tiempo atrás. Winckler lo negó.

El Congreso de Veracruz ha nombrado en lugar de Winckler a Verónica Hernández, colaboradora del secretario de Gobierno estatal. Hernández ha jurado el cargo en el hemiciclo, entre los gritos de diputados rivales y los aplausos de los afines. Mientras tanto, decenas de policías estatales llegaban a la sede de la fiscalía para preparar la llegada de la nueva fiscal. Los diputados del PAN quisieron pasar, pero los agentes no les dejaron. Allá acudieron también funcionarios de la comisión estatal de derechos humanos para poner paz.

De alguna forma, los viejos inquilinos de la fiscalía han logrado colocar un candado en la puerta principal de la sede de la agencia. A última hora de la tarde, la policía luchaba para retirarlo.