El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado este martes en el Senado —en una sesión clave con motivo de la crisis de Gobierno que atraviesa el país— que presentará su dimisión este mismo día al presidente de Italia, Sergio Mattarella. Conte ha efectuado el anuncio al inicio del debate motivado por la moción de censura planteada por el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini.

“La crisis en curso socava la acción de este Gobierno que se detiene aquí (…) Aprovecho para comunicar que presentaré mi dimisión como jefe de Gobierno ante el presidente de la República”, dijo Conte, que lanzó un discurso muy duro contra Salvini en el que le acusó de oportunismo e “irresponsabilidad institucional” por haber desatado una crisis “que ha llevado al país a una espiral de incertidumbre política y financiera”.

En su turno de palabra, Salvini aseguró que su partido no teme “perder las poltronas” y pidió dar la voz a los italianos, un pueblo “libre y orgulloso” que aspira a un Gobierno que responda “solo ante el pueblo italiano, no ante Merkel, o Macron”, y que tiene “una idea de familia con hijos que tienen un padre y una madre, un padre y una madre”.

Mattarella deberá ahora abrir consultas con los líderes de los partidos para ver si hay posibilidad de formar un nuevo Gobierno o, por el contrario, es necesario el adelanto electoral, como pide Salvini tras haber dado por rota la coalición con el Movimiento 5 Estrellas y presentado una moción de censura. Conte no pertenece a la Liga ni al Movimiento 5 Estrellas.

La sesión en el Senado se preveía decisiva para materializar la ruptura del Ejecutivo y poner en marcha la maquinaria institucional para buscar alternativas, como una nueva mayoría que permita dar vida a un nuevo Gobierno en esta legislatura. La coalición también podría aprovechar la ocasión para compactarse y continuar adelante con el Ejecutivo. Esta opción no parece tener demasiadas probabilidades, según los analistas políticos, a tenor del clima de confrontación que reina entre los hasta ahora socios de Gobierno del Movimiento 5 Estrellas y la Liga.

Cuando Salvini dinamitó la coalición del Gobierno hace dos semanas, el primer ministro anunció su intención de “parlamentarizar” la crisis y solicitó presentarse ante el Senado para ofrecer un discurso con el que informar a la Cámara de la situación. También retó a Salvini, que es senador, a ofrecer explicaciones sobre los motivos que le habían llevado a tumbar el Gobierno. Un día después, el partido de Salvini presentó una moción de censura contra el primer ministro en la Cámara alta, con la intención de precipitar la caída del Ejecutivo y forzar un adelanto electoral. Sin embargo, una mayoría inédita formada por el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Demócrata (izquierda) consiguió frenar los planes del líder de la Liga y tumbó su propuesta de debatir y votar la moción de forma inmediata. La resolución de la moción quedó suspendida sin fecha y se optó por aceptar la petición de comparecencia en el Senado en la que finalmente Conte ha anunciado su dimisión.

La sesión prosigue con el debate en la Cámara, en el que los grupos parlamentarios tienen la ocasión de intervenir y proponer soluciones, que no serán vinculantes y que en caso de ser aceptadas, deberán aprobarse por votación. Este pasaje es un momento clave, puesto que en los últimos días Salvini ha manifestado su intención de utilizar su intervención para intentar recoser sus relaciones con el Movimiento 5 Estrellas, para evitar así una posible nueva alianza de sus hasta ahora socios con el Partido Demócrata (PD). El antisistema 5 Estrellas y el PD, la principal fuerza de la oposición actual, están sondeando la posibilidad de sumar fuerzas para dejar en minoría a la Liga y apartarla del poder. El objetivo de esta unión sería evitar unas elecciones anticipadas que coincidirían con la elaboración de los Presupuestos para 2020 en Italia y en las que además, el partido de Di Maio y el PD probablemente no saldrían bien parados, atendiendo a los sondeos.

A pesar de que ambas formaciones consiguieron alumbrar una mayoría suficiente para bloquear la propuesta de Salvini de votar una moción de censura de forma inminente, continúan siendo férreos rivales, por lo que tejer una alianza resultará complicado para ambos bandos. Entre las filas de los dos partidos se teme que cualquier medida impopular que propongan aumente aún más los consensos de Salvini.

 

 

 

 

Fuente: El Pais.