Una tragedia más ha ocurrido en nombre de las redes sociales. Un hombre español identificado como Rubén Carbonell falleció el pasado martes 6 de agosto luego de tratar de filmar su propio salto base desde el techo de una fábrica de cemento, una altura de 45 metros.

Carbonell de 29 años de edad era un amante de los deportes extremos y había decidido emprender la que fue su última aventura sin ayuda de nadie y de manera ilegal pues no solicitó permiso a la empresa dueña del edificio para hacerlo.

De acuerdo con diversos medios locales, su intención era filmar el salto para luego quizá publicarlo en su canal de YouTube en donde sólo tenía 6 seguidores, pero sus videos reunían miles de reproducciones, o en Facebook donde era muy activo, no obstante, esta versión no está confirmada.

La noche anterior al salto, él y un amigo entraron a escondidas al edificio ubicado en las orillas de Alicante, y esperaron hasta que estuvo vacío para subir e intentar la hazaña, sin embargo no se sabe por qué el paracaídas no abrió completamente.

Rubén era todo un experto

Aunque muchas versiones han manejado que Rubén era un improvisado, un simple vistazo a sus redes sociales demuestran que llevaba al menos 8 años dedicándose al paracaidismo, a volar en parapente y a practicar salto base y puenting, sin embargo, esa noche un error le costó la vida.

También es notable que el joven era un aventurero y siempre llevaba las cosas al límite y para muestra basta un botón. El último video público en su perfil de Facebookcorresponde a vuelo en parapente que hizo a bordo de un unicornio inflable.

En diciembre de 2018 publicó otro clip en el que se ve cómo, durante un vuelo, se suelta intencionalmente del parapente que lo llevaba y se deja caer sólo usando el equipo de emergencia.